El principal síntoma es la tos espasmódica, provocada por la contracción de tórax, repentina y repetitiva. Al principio, esta tos suele ser seca, es decir, sin producir flema, aunque puede convertirse en grasa y producir esputo amarillo o verde sin que esto signifique una sobreinfección bacteriana.
La tos empeora por las noches, debido a la posición horizontal, impidiendo así conciliar el sueño. La traqueítis también se caracteriza por un dolor localizado a lo largo y en la parte trasera del esternón. También puede aparecer fiebre durante uno o dos días en caso de episodio viral. Cuando se asocia con laringitis, puede haber dificultades para hablar.