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Manejar todo lo de la vida del otro supone una manera de control: Wendy tiene un costado manipulador. Es que a ella le conviene que su Peter Pan (síndrome tratado en la página anterior) no madure.
El Síndrome de Wendy lo describió el psicólogo Dan Kiley cuando, en 1983, publicó su libro El Dilema de Wendy. Es un ensayo sobre las personas que protegen a su pareja o a otras personas importantes de su vida como si fueran sus madres.
El Síndrome de Wendy está relacionado con el Síndrome de Peter Pan, también estudiado por Dan Kiley. Este último tienen más tendencia en padecerlo los hombres. En este caso, se trata del adulto que se niega a crecer, a madurar, es narcisista, tiene ciertos rasgos de irresponsabilidad y necesita que una Wendy le resuelva y controle la vida y tome decisiones por él.
Las chicas con el síndrome o complejo de Wendy se sienten inferiores a muchas personas y permiten que otros controlen su destino, sus temores e inseguridades. Le obligan a controlar su vida, complaciendo a los demás. Se asusta con facilidad y las decepciones la hieren profundamente, aunque puede fingir que no es así. La vida normal de todos los días le produce mucha ansiedad.
Se confunde con amor
A los ojos de los demás y de la sociedad, todo lo que las Wendy hacen por el otro puede ser confundido con amor, que es entendido como sacrificio y resignación. Sin embargo, ser maternal con los hijos es algo natural, pero es una mentira convertirse en la madre del marido y llamar a eso amor.
El dilema de Wendy es en realidad mucho más amplio, ya que puede venir de cualquier naturaleza o crianza, lo que significa que puede nacer de la madre o el entorno, o puede ser aprendido de la primera infancia en las relaciones.
Por lo general ocurre en personas con una personalidad dependiente, por lo que el dilema de Wendy puede ser un rasgo que se trae o se aprende. Una persona muy independiente puede hacerse dependiente a través del refuerzo negativo. Eso puede ocurrir tanto en mujeres como en hombres, así como el síndrome de Peter Pan.
Si identifica estos rasgos en usted u otro miembro de la familia, busque ayuda y más si tiene hijos porque ellos copian, pues es su manera de aprender, absorben e imitan todo lo que ven y oyen. Cualquiera puede convertirse en su modelo a seguir y, por ello, a muchos padres les preocupa que sus niños vean un ejemplo y modelo adecuado en cualquier ambiente donde se muevan o en sus relaciones sociales.
Es muy importante cuidar la relación que nuestros hijos tienen con el entorno familiar.