Los padres deben ser conscientes de dosificar el peso y hacer hincapié en el cuidado de la espalda, pues una mochila pesada puede causar dolor de espalda en su hijo debido al sobreesfuerzo y a la fatiga muscular.
A la hora de comprarles una mochila nueva, considere el tamaño y el peso del niño; las mochilas que los niños llevan cada día a clase no deben superar el 15 por ciento de su peso. El riesgo, es la sobrecarga, lo que puede forzar la espalda, el cuello o los hombros.
Un exceso de peso transportado en mochilas puede:
1. Distorsionar las curvas naturales en el medio y la espalda baja, causando la tensión muscular y la irritación de las articulaciones de la columna vertebral y la caja torácica.
2. Dolor en los hombros.
3. Hacer que una persona se incline hacia adelante, lo que reduce el equilibrio.
En cuanto a las mochilas de ruedas, cuando salieron al mercado parecían ser una alternativa más adecuada, ahora sabemos que tampoco es la solución más correcta dado que los niños tiran de ellas, produciendo así un aumento de la curva de atrás y provocando dolores de espalda.