Tener un padre en la vida de los niños no garantiza el bienestar emocional y no tenerlo no es sinónimo de problemas psicológicos.
Las consecuencias, ya sean positivas o negativas, van a depender de otros factores, porque en ocasiones se da el caso de que alguien puede hacer la función de figura paterna o de padre sustituto y con esto no me refiero a que la madre se vuelva a casar, sino que el pequeño va a buscar en otra figura masculina lo que no ha recibido de su padre. Esa transición suele darse en otro familiar próximo como: un abuelo, tío, padrino o una figura masculina significativa, por ejemplo: un maestro, entrenador de deportes o música.