Las estadísticas de los partidos de eliminatorias mundialistas de Concacaf de Panamá ante Surinam y Guatemala reflejan una superioridad en posesión y volumen ofensivo, pero también una alarmante falta de eficacia en el ataque, que de no corregir esta tendencia, los números podrían anticipar complicaciones serias en su camino hacia el Mundial 2026.
Las estadísticas, proporcionadas por la página oficial de Concacaf, reflejan una falta de contundencia ofensiva, especialmente de sus delanteros en estos primeros cotejos, que se quedan sin protagonismo en los momentos clave.
Ante Surinam, los panameños remataron 15 veces (4 a puerta) contra 9 (3 al arco) de los surinameses. Los dirigidos por Thomas Christiansen dispararon seis veces desde fuera del área (2 de Surinam) y nueve dentro (7 del rival).
En centros, Panamá envió 28, con apenas un 14,3 % de acierto, frente 12 de los surinameses (25,8 % de precisión).
La posesión también fue pareja: 56,2 % para los canaleros contra 43,8 % de su rival.
El déficit más evidente de Panamá estuvo en su frente de ataque. Ante Surinam, sus delanteros apenas remataron dos veces, una de ellas al arco.
Tras ese empate en el arranque de las eliminatorias, Christriansen aceptó que tenían que "mejorar en algunas fases del partido si queremos ganar".
Ese giro de timón se debió dar en el cierre de esta primera ventana, jugando en casa, ante su gente y contra un rival que venía de perder en su debut, pero el duelo frente a Guatemala dejó cifras aún más claras en control, pero con la misma conclusión: Panamá no supo transformar -nuevamente- su dominio en goles.
Con 18 remates contra 7 de los chapines, los canaleros lograron seis disparos a portería, mientras que los centroamericanos apenas uno, suficiente para marcar.
Dentro del área, Panamá remató 14 veces contra 3 de los guatemaltecos, alcanzando un 33,3 % de precisión frente a un 14,3 % de Guatemala.
La posesión, aunque es sabido que esta no gana partidos si no se golea, fue aplastante: 71,5 % frente al 28,5 % de los chapines.
En centros, Panamá intentó 36, con un 22,2 % de acierto, mientras que Guatemala fue más eficiente: 14 envíos para un 28,6 %.
El apartado de los arqueros también marcó diferencias: el guatemalteco Nicholas Hagen detuvo 5 de los 6 remates que recibió (83,3 % de eficacia), siendo clave para mantener a raya a los panameños. En contraste, el panameño Orlando Mosquera solo enfrentó un remate, que terminó en gol.
Frente a Guatemala los delanteros elevaron la cifra ofensiva a siete intentos, pero solo dos con dirección.
Cecilio Waterman no disparó en ninguno de los dos partidos, y jugadores como José Fajardo (tres remates totales, dos a puerta) e Ismael Díaz (cinco intentos, ninguno al arco) mostraron falta de puntería.
El único tanto en contra llegó del guatemalteco Óscar de Santis, que convirtió en gol uno de sus dos remates.
Con dos puntos, de los seis que se pusieron en juego en esta primera ventana del grupo A, los panameños, que llegaron a esta fase final con el parche del mejor equipo en la clasificación de Concacaf, tendrán que jugarse la vida en octubre próximo ante El Salvador de visitante y Surinam en casa, si quieren mantener viva esa ilusión de jugar su segundo mundial de mayores.