Una repentina lluvia representaría un peligro para ella y toda su familia. Y es que, en calle 16 de Santa Ana, dentro del inmueble 13A68 vive Ruth Morales, madre de seis niños, quien ha tenido que lidiar nueve largos años entre pobreza y una vivienda a punto de colapsar.
Su hogar se suma a unas de las tantas casas condenadas que hay en la ciudad capital. Los cables de electricidad se mojan porque en toda la casa hay agujeros, solo vemos cuando hechan chispas, relataba la joven mientras trataba de lavar unos jeans y otra ropa de sus pequeños.
Subiendo las escaleras comidas por la polilla y las condiciones ambientales al pasar de los años estaba la tercera hija de Ruth tratando de caminar con cuidado por el estrecho pasillo con su hermanita de tres meses en brazos, distrayéndola mientras su madre culminaba los quehaceres.
Este inmueble fue uno de los que quedaron hace años luego de que un fuego destruyera los demás que había, explicó José Dulley, pastor evangélico y bombero jubilado. Hay que esperar que pase algo para que tomen decisiones, lamentó.
Por su parte, el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) explicó que en Santa Ana hay 29 casas condenadas y que se están haciendo los enlaces necesarios con el Municipio de Panamá, entre otras autoridades, para buscar y mejorar la calidad de vida de los moradores de Calidonia, Santa Ana y El Chorrillo.