- El bullicio de la música navideña se concentró por la calle y ponía a bailar a los niños.
Los niños del guetto, como son llamados por los residentes de El Chorrillo, celebran su 25 de diciembre como cualquier otro, solo los diferencia que son felices con tan solo un obsequio sencillo.
Tres muñecas eran el entretenimiento de Adasa, Marlene y Sachar Muñoz. Tres hermanas vestidas con camisones iguales, ayer en la mañana estaban sentadas afuera de su edificio Innovación Don Bosco, en el límite de este corregimiento, pedían insistentemente a su papá que llenara su piscina los más pronto posible. Si no desayunan, no se bañan, les decía él.
En calle 23, el escenario no fue distinto, pues las piscinas inflables, como es tradición, se tomaron el barrio, que tentaba a entrar hasta sus padres. Bóyala, feliz Navidad. Bomba y plena, se escuchó decir a don Ramiro, un personaje popular en este barrio.
Las bicicletas este año sustituyeron a las populares tablets, los niños dijeron que las dos ruedas les servían para hacer los mandados y hasta para ir a la escuela.