El presidente panameño, José Raúl Mulino, exigió este jueves respeto a Estados Unidos y que se abstenga de intentar arrastrar a Panamá al «conflicto geopolítico» que el Gobierno estadounidense mantiene con China.
«Ellos (que) peleen su problema en Washington o en Pekín, pero no en el patio panameño. Que por favor respeten, que Panamá no es parte de ese conflicto bilateral de ninguna índole con China», expresó el jefe de Estado en su conferencia de prensa semanal.
Mulino reaccionó así luego de que la Embajada de EE.UU. dijera el miércoles que el Gobierno de Donald Trump reemplazará en Panamá «por tecnología segura estadounidense» 13 equipos de telecomunicaciones de la compañía china Huawei, como parte de la campaña para «contrarrestar la maligna influencia de China» en el continente.
«Ese es un comunicado unilateral de la Embajada de Estados Unidos, que no tiene por qué opinar sobre decisiones que nos atañen al Gobierno Nacional (…) y mucho menos (…) para que a través de ese tipo de comunicados y planteamientos traten de jalar a Panamá a un conflicto geopolítico China-Estados Unidos», expresó el presidente.
Panamá no quiere hacer parte de la tensión EE.UU.-China
Mulino además pidió «a la Embajada de los Estados Unidos que se abstenga de estar haciendo pronunciamientos públicos con respecto a decisiones que solo toma el Gobierno panameño, por más cooperación que pueda existir».
Panamá, resaltó el jefe de Estado en relación con la puja entre EE.UU. y China, «tiene su propio gobierno, su propio territorio y no vamos a ser atraídos a un problema internacional de tal magnitud, donde simplemente no nos toca y no tenemos nada que jugar».
«Y ya está bueno, porque ahora a donde vamos, todo lo hace el Gobierno de Trump y todo lo financia el Gobierno de Trump, cuando es mentira», afirmó el presidente de Panamá.
Este mismo jueves, el Ministerio de Seguridad Pública explicó en un comunicado que el reemplazo de equipos de telecomunicaciones de Huawei anunciado el miércoles por EE.UU. obedece a una incompatibilidad tecnológica en el marco de un acuerdo con el Gobierno estadounidense para reactivar un programa de seguridad pública iniciado en 2017.
La cartera de Seguridad se pronunció así un día después de que la Embajada estadounidense anunciara el proyecto y sostuviera que la Administración de Trump «está trabajando con socios en nuestro hemisferio para combatir el crimen, salvaguardar a nuestros ciudadanos y proteger la seguridad nacional de nuestros países de la amenaza del Partido Comunista Chino».