Esta historia comenzó en 2010 con una reunión de primos. En medio de la tertulia surgió la inquietud, ¿qué podemos hacer en algún lugar de nuestro país para que llegue el espíritu de la Navidad?
Es así como surge el grupo los Padrinos Mágicos, todo con el fin de llevar magia a esos niños humildes en comunidades recónditas.
El trabajo no ha sido fácil en estos ocho años, pero sus integrantes cuentan que siempre hay una unidad que se convierte en la inspiración del grupo.
Originalmente solo llevaban ropa y juguetes, pero desde el año pasado lograron sumar útiles escolares, cajas de galletas y galones de clorox para la limpieza.
Inicialmente, el grupo era de 10 miembros, pero ya suman 25, quienes cada año llevan magia a estas comunidades rurales. Esto sin contar a los donantes anónimos que aparecen.
Cada familiar de los Padrinos Mágicos juega un papel importante. Nadie es menos que nadie.
Tanto es así, que los hijos se encargan en cada jornada de los pinta caritas, ayudan en las piñatas y distribuyen los regalos.
El trabajo pesado o de carga recae sobre los padres de familia, pues son quienes administran la logística para poder llegar a estos niños.
¿Qué comunidad visitarán el próximo año? La respuesta es sencilla.
Y es que hay personas que escriben sus cartas a este colectivo, en su mayoría docentes, quienes exponen las necesidades de sus estudiantes.
Por ejemplo, en 2013, la docente Dalila Rodríguez, de la escuela Eligio Tejada de Calobre, escribió que le gustaría que Padrinos Mágicos beneficiara a la población estudiantil donde laboraba, pues no contaban con algunas condiciones físicas. No obstante, destacó que existían alumnos con muchas ganas de salir adelante.
Sin duda alguna, allá llegaron los Padrinos Mágicos con juguetes, piñatas y refrigerios para todos.
No obstante, hubo un año en que el carro que trasladaba los juguetes se quedó atascado en medio del río. Hasta que llegó un señor de la comunidad y los ayudó en medio de esta emergencia. Salvaron los regalos y la comida, mientras que ellos terminaron la travesía a pie.
Al final, terminaron con la satisfacción de ver caras de felicidad y palabras invaluables de agradecimiento por el apoyo compartido.
En Facebook tienen una cuenta con el nombre de Padrinos Mágicos para todo aquel que desee colaborar con juguetes y ver lo que hacen.