El Cairo/EFE
Una joven egipcia ha muerto atropellada durante la fiesta musulmana del "Eid al Fitr", que marca el fin del ramadán, tras sufrir supuestamente el acoso de un conductor en Tanta, al norte de El Cairo, informaron hoy a Efe fuentes de seguridad y activistas.
El supuesto agresor, conductor de un minibús, ha sido detenido y está siendo interrogado por el fallecimiento de la joven Shruk Aturabi, ocurrido el viernes pasado.
En un comunicado, la organización "Shoft Taharrush", que apoya a las mujeres, ha solicitado al Ministerio del Interior que entrene a sus fuerzas para proteger a las mujeres del acoso sexual, que calificó de "una plaga difundida en todas partes del país".
En la nota, la organización afirma que ha recibido ocho denuncias por acoso y abusos sexuales en las calles de El Cairo durante el "Eid al Fitr", que acaba hoy.
El acoso a mujeres durante las festividades se ha convertido en un fenómeno recurrente en Egipto.
Grupos de menores deambulan por el centro y otras zonas de la capital, donde las mujeres suelen ser objeto de acosos verbales, e incluso físicos, en ocasiones ante la pasividad de las fuerzas del orden.
Una joven egipcia ha muerto atropellada durante la fiesta musulmana del "Eid al Fitr", que marca el fin del ramadán, tras sufrir supuestamente el acoso de un conductor en Tanta, al norte de El Cairo, informaron hoy a Efe fuentes de seguridad y activistas.
El supuesto agresor, conductor de un minibús, ha sido detenido y está siendo interrogado por el fallecimiento de la joven Shruk Aturabi, ocurrido el viernes pasado.
En un comunicado, la organización "Shoft Taharrush", que apoya a las mujeres, ha solicitado al Ministerio del Interior que entrene a sus fuerzas para proteger a las mujeres del acoso sexual, que calificó de "una plaga difundida en todas partes del país".
En la nota, la organización afirma que ha recibido ocho denuncias por acoso y abusos sexuales en las calles de El Cairo durante el "Eid al Fitr", que acaba hoy.
El acoso a mujeres durante las festividades se ha convertido en un fenómeno recurrente en Egipto.
Grupos de menores deambulan por el centro y otras zonas de la capital, donde las mujeres suelen ser objeto de acosos verbales, e incluso físicos, en ocasiones ante la pasividad de las fuerzas del orden.
