Eufóricas, ansiosas y muy alegres, así se mostraron las personas que se aglutinaron la noche del jueves en el Centro de Convenciones Amador antiguo Figali para disfrutar de un conciertazo de lujo.
A eso de las 7:00 p.m. comenzó a llegar la gente, dando fe del fervor que despierta Ricky Martin, quien pisó Panamá para traer su exitosa gira "One World Tour".
A las 10:13 p.m. las luces se apagaron. La voz de Ricky invadió el recinto y los gritos de los 'fans', en su mayoría féminas, iban en aumento. Cuando el humo de los alrededores de la escenografía desaparecieron, pudo verse su figura y su sonrisa perfecta.
"Mr. Put It Down", "This Is Good" y "Drop It on Me" fueron las tres primeras canciones con las que arrancó el "show". Con destreza, los bailarines seguían cada paso del boricua que, además de moverse con mucha precisión, cantaba y se desplegaba por todo el escenario. Pasada esta tercera melodía fue su primer cambio de ropa, y siguió interpretando canción tras canción durante casi dos horas, sin parar y sin agitarse.
"Buenas noches, Panamá, ¿cómo están? ¿Están listos para pasarla bien?, quiero que todos canten conmigo y sudemos esta noche, sé que podemos llegar a ese nivel. Dejaré el alma en el escenario", fueron las primeras palabras del artista, desatando más los gritos de la audiencia.
Cuatro pantallas colocadas en la parte superior de la tarima mostraban imágenes de la banda, figuras de colores y fotos de niños de la Fundación Ricky Martin acompañadas de frases motivacionales. Los LED iban cambiando de acuerdo con los ritmos. "Shake Your bon-bon" abrió un nuevo espacio dentro del espectáculo: "las canciones más celebradas, las que son en español". Siguió con "Adrenalina". Las chicas se morían por tocarlo y para verlo mejor se trepaban a las sillas, mientras ocurría esto, se escucharon las primeras estrofas de "Tal vez", pero todavía no llegaba el bloque de las baladas, así que él siguió deleitando a su gente con "Livin, la vida loca" y una coreografía en la que coqueteaba con los bailarines que lo rodeaban, mientras interpretaba el tema. Llegó el momento de sacar el lado romántico con melodías como "Asignatura pendiente", "Un disparo al corazón", "A medio vivir", "Tu recuerdo", melodías que pusieron a la gente a cerrar sus ojos.
Con pasos de salsa y con un pedido al público de que cantara con él, Ricky sacó otra sonrisa, combinando clásicos como "Y todo queda en nada" y "Fuego de noche, nieve de día". Las luces de los celulares, el canto estruendoso de los fanáticos y la camisa blanca transpirada de Ricky tuvieron un final perfecto con "Vuelve" y un solo de guitarra, para dar paso a un momento sublime: un 'fan' le entregó la Bandera de Panamá al artista, él la tomó y la puso sobre su espalda, y le dio un beso, gesto de mucha emoción para los istmeños.
El concierto estaba llegando a su fin, pero la energía de Ricky nunca se esfumó. Sacó canciones como "Adiós" y su más reciente tema con Maluma "Vente Pa' Ca"; la gente quería volverse loca de tanta adrenalina que había en el sitio.
Con "La bomba" y "Por arriba, por abajo", Ricky miraba a su público, le hacía gestos para que los presentes alzaran más las manos. Era todo un "showman".
Vestido todo de blanco, reapareció con "Pégate" y "La copa de la vida" poniendo a saltar y gozar a todos. "La mordidita" fue la encargada de cerrar tan sensual "show" a eso de las 11:50 p.m. Los fanáticos del astro se fueron complacidos.
- La agrupación panameña Mariana abrió el concierto, tocaron por alrededor de 30 min.