La estadounidense Virginia Giuffre temió morir como "una esclava sexual" a manos del pederasta Jeffrey Epstein, quien la obligó a mantener relaciones con el príncipe Andrés cuando era menor y a participar en orgías con ambos, según extractos de su libro póstumo publicados este lunes por la BBC.
En sus páginas, Giuffre, quien se suicidió el pasado abril, relata varios sucesos ya conocidos, si bien la cadena pública británica destaca que aporta "muchos detalles siniestros" sobre la red pedófila de Epstein y su colaboradora Ghislaine Maxwell, condenada por tráfico sexual en Estados Unidos.
"Más días difíciles para la monarquía"
Tras divulgarse partes del texto el pasado jueves, Andrés anunció al día siguiente en un comunicado que renunciaba a emplear sus títulos y honores reales para no dañar el trabajo de la familia real, aunque reiteró su inocencia.
El libro ‘Nobody’s Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice’ (Chica de nadie: Memorias de sobrevivir al abuso y luchar por la justicia), coescrito con Amy Wallace, sale a la venta este martes y provocará "más días difíciles" para la monarquía, según ha reconocido a la BBC una fuente del palacio de Buckingham.
En él, Giuffre retrata a una red de personas ricas y poderosas que abusaban de mujeres jóvenes, muchas de ellas menores, y recuerda, aún después de tantos años, el miedo que le infundían personajes como Epstein y Andrés, quien llegó en 2022 a un acuerdo extrajudicial millonario con ella, sin admitir ninguna responsabilidad.
Obligada a practicar sexo sadomasoquista
La estadounidense asegura que el magnate, fallecido en prisión en 2019, le obligaba a practicar sexo sadomasoquista, lo que le causaba "tanto dolor que rezaba para desmayarme".
Respecto a Andrés, confirma que su primer contacto fue en marzo de 2001 en Londres, después de que Maxwell le avisara de que iba a ser "un día especial" y que, "como Cenicienta», iba a conocer a un "apuesto príncipe".
Giuffre sostiene que, llegado el momento, Andrés, a petición de Ghislaine, adivinó su edad (17 años) y llegó a comentar, según esta versión, que sus hijas eran solo un poco más jóvenes que ella, en referencia a las princesas Beatriz y Eugenia.
Tras pasar la noche en un club londinense con Andrés, Epstein y Maxwell, Giuffre cuenta que regresaron a casa de ésta última y allí le comunicó que "le iba a hacer" al príncipe lo mismo que "le haces a Jeffrey".
Tras el encuentro, en el que la joven se hizo una foto con Andrés para enseñar a su madre, Maxwell le dijo: "Lo hiciste bien. Al príncipe le gustó", mientras que Epstein le entregó 15.000 dólares, según su relato.
Varios encuentros
Giuffre afirma que tuvo un segundo encuentro sexual al siguiente mes en la casa de Epstein en New York, mientras que la tercera, cuando ya tenía 18 años, fue en una orgía en la isla privada del empresario en las Islas Vírgenes.
"Epstein, Andy (Andrés) y aproximadamente otras ocho chicas jóvenes y yo tuvimos sexo juntos. Todas las otras chicas parecían ser menores de 18 años y realmente no hablaban inglés", señala en el libro.
Según Giuffre, Epstein se tomaba a broma el hecho de que "no pudieran realmente comunicarse" porque decía que esas son el tipo de chicas "con las que es más fácil llevarse bien".
El magnate también insistía en que la chicas debían tener un aspecto "infantil" y, de hecho, la estadounidense lamenta que "se fomentaran" sus desórdenes alimentarios.
"Durante los años que pasé con ellos -escribe-, me entregaron a muchísimas personas ricas y poderosas (…) Fui utilizada y humillada constantemente; en algunos casos, estrangulada, golpeada y ensangrentada".
"Creía que podría morir como esclava sexual", concluye Giuffre.