A casi siete meses del fallecimiento inesperado del cantante británico Liam Payne, ocurrido el 24 de octubre de 2024 en Argentina, se dieron a conocer los detalles de la considerable fortuna que dejó atrás.
Según documentos judiciales divulgados por medios británicos como The Sun y Mail Online, el exintegrante de One Direction dejó una herencia valorada inicialmente en 28,5 millones de libras esterlinas, cifra que se redujo a 24,2 millones tras saldar deudas y compromisos financieros, equivalentes a más de 28 millones de dólares.
Lo más sorprendente es que Payne no dejó testamento y nunca contrajo matrimonio, por lo que fue la justicia británica la que designó a los responsables de gestionar su patrimonio. La elegida fue la cantante Cheryl Tweedy, madre de su hijo Bear y expareja entre 2016 y 2018, junto al abogado Richard Mark Bray, reconocido en la industria musical.
Ambos recibirán una representación limitada que les permite preservar pero no distribuir la herencia, que se mantendrá bajo fideicomiso hasta que Bear alcance la mayoría de edad.
La voz de su última pareja
Por su parte, Kate Cassidy, pareja del cantante al momento de su fallecimiento, no recibirá parte de la herencia debido a la ausencia de un vínculo legal ni de instrucciones escritas a su favor. Si bien expertos aseguran que podría reclamar una “provisión financiera razonable”, Page Six informa que Cassidy no tiene intención de iniciar acciones legales.
Cassidy compartió con The Sun el profundo impacto emocional que le dejó la muerte de Payne. Relató entre lágrimas que regresó a Estados Unidos pocos días antes del incidente para cuidar a su perra Nala, que compartía con el artista: “Nunca pensé que eso ocurriría. Todavía no me parece del todo real que él no esté aquí”, dijo visiblemente conmovida.
Una pérdida que estremeció al mundo
Payne, de 31 años, murió tras caer desde el tercer piso del hotel Casa Sur, en el barrio de Palermo, en Buenos Aires. La autopsia confirmó que sufrió politraumatismos severos tras una caída de más de 12 metros, que resultaron incompatibles con la vida.
Su funeral, celebrado semanas después en Amersham, Reino Unido, reunió a familiares, amigos y figuras clave de su carrera, incluidos sus excompañeros de One Direction, la cantante Cheryl y el productor Simon Cowell, impulsor del grupo a través del programa The X Factor.