Miranda asegura que tras el éxito de su hijo es reconocido por muchas personas, quienes se acercan a él, lo felicitan y le comunican que son seguidores de la música de Joey. Como todo papá, estas palabras le producen una gran satisfacción al chiricano.
Lo importante es creer en lo que hacen los hijos, apoyarlos en todo momento y ayudarlos a lograr sus éxitos, afirmó el señor al referirse a su famoso hijo.
Recuerda este padre que para él y su esposa no fue fácil la decisión que asumió Joey de dejar la medicina por la música, pero lo aceptaron y lo apoyaron en todo momento.
Aún para su propio hijo fue difícil irse a otro país a estudiar y luego proyectarse en el campo artístico, viajando por diferentes países.
Apasionado de la ganadería
Miranda, quien tiene 55 años de edad y es un profesional de la agronomía, con una especialidad en Sanidad Vegetal, dijo que la humildad y el reconocer de dónde se procede, son factores que le permiten trabajar y vivir una vida normal, como cualquier otra familia con sus altas y bajas.
Actualmente se dedica a la producción de café, como asesor en algunas fincas, como la de la expresidenta Mireya Moscoso en Boquete.
Además, combina su trabajo con actividades de ganadería en Dolega y Gualaca, donde se dedica a la ceba de ganado para la venta.
Don Miranda asegura que una de sus mayores pasiones es el cultivo del café y la cría de ganado de ceba.
Una familia unida
Originario del corregimiento de Los Naranjos, vive actualmente en Bajo Boquete con su esposa Ernestina Beiro, quien labora como educadora en el distrito de Boquete, sus otros hijos Lourdes Miranda, de 27 años, quien es abogada y tiene oficinas en Boquete y Panamá, y su hijo Ricardo Arturo Miranda, de 23 años y el que se va a lanzar como artista de música pop, bajo el nombre artístico de Richard Beiro. También está Laura Lorena Miranda, su hija menor de 17 años y estudiante de comercio en un colegio en David.
El señor Edgardo concluyó diciendo que toda la familia se reúne tres veces al año, cuando sus hijos no tienen compromisos y el tiempo lo permite.
¡Un ejemplo a seguir!
