La estructura está cubierta de moho, las ventanas no tienen vidrio y las paredes están llenas de suciedad.
El abogado de Noriega Julio Berrío explicó que la casa fue expropiada tras su expulsión del poder por la invasión de Estados Unidos el 20 de diciembre de 1989, ahora pertenece al Estado.
Según el abogado, esta propiedad el ex general la adquirió con su trabajo y esfuerzo a un costo de 68 mil dólares en ese entonces, ahora está valorada en unos 2.5 millones de dólares.
En su interior se encontraron una gran cantidad de bienes como obras de arte, dinero, prendas de vestir y joyas.
Esta propiedad se ha tratado de subastar en dos ocasiones sin éxito.