Según ellos, las hojas de los árboles que están cerca a la vereda han provocado que el zinc se dañe, a tal punto que se pueden observar grandes agujeros.
Para los residentes, ahora que llega la temporada lluviosa, pasar por esa vereda va a ser una odisea, debido a que más va a llover adentro que fuera y los más perjudicados van a ser los estudiantes del Instituto América que en horas de la mañana y tarde caminan por allí hasta poder abordar un bus o taxi.