Las autoridades de seguridad panameñas adquirieron un lote de 150 pistolas eléctricas no letales para la dotación de la Policía Nacional, informó el jefe de Armería de la institución, Felipe Cruz.
La compra de estas 150 pistolas del modelo Taser X26 se hizo a la empresa importadora panameña Clear Water Panamá, por valor de 1.389 dólares cada una, agregó Cruz en declaraciones divulgadas hoy por la prensa local.
La nueva Unidad Preventiva Comunitaria de la Policía Nacional ya está equipada con las nuevas pistolas eléctricas, que causan un electrochoque al individuo al que se les lanza, desde el pasado 10 de diciembre en el conflictivo barrio de Curundú, en la capital.
Felipe Cruz declaró al diario La Prensa que el modelo X26 que compró la Policía Nacional es un dispositivo que lanza dardos y que al tener estos contacto con el cuerpo producen incapacidad temporal "sin provocar lesiones ni efectos secundarios".
"Solo interfieren las funciones sensoriales y motoras del ser humano", destacó el funcionario sobre estas pistolas, cuyo uso ha sido cuestionado la organización Amnistía Internacional por "violar los derechos humanos y causar la muerte de cientos de personas".
El objetivo es tener una "alternativa para controlar los índices de delincuencia", explicó el jefe de Armería de la Policía, quien dijo que todos los agentes a los que se asignó una de estas pistolas recibieron un electrochoque para que conozcan sus efectos.
Anteriormente, el Servicio de Protección Institucional y el Municipio de Panamá ya habían adquirido, también a la empresa Clear Water Panamá, pistolas eléctricas en 2010 y 2011, respectivamente, pero la Policía no se había decidido a hacerlo hasta concluir un análisis legal de su uso, añadió.
La pistola Taser X26 cuenta con láser y linterna de alta intensidad.
Panamá no tiene ejercito desde diciembre de 1989 cuando fue desmantelado por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos durante la invasión a este país para capturar al general Manuel Antonio Noriega, acusado de narcotráfico en la nación del norte.
