Silvia Carrera confiesa que desempeñar el rol como máxima autoridad de la comarca Ngäbe Buglé ha sido un tanto difícil, pero el apoyo recibido por parte de su gente la fortalece y motiva a seguir luchando.
Reside en la región Kodril, en Ñurum, en donde todos los días se levanta a las dos de la madrugada para recorrer a pie, en caballo o en carro, las comunidades que demandan soluciones a sus problemas.
Todo un país la recuerda, porque se enfrentó contra las concesiones mineras dentro de las áreas indígenas. Manifestó que su pueblo se siente contento, porque antes las empresas mineras extranjeras se establecían a trabajar en la comarca sin consultarles a las autoridades de la región.
Considera que pese a la lucha sostenida, no han llegado a un buen acuerdo, por lo que se mantienen a la expectativa y muy vigilantes de que lo acordado con el Gobierno se cumpla.
Quiere conversar con Mijita
Sobre las diferencias que ha tenido con la suplente, Mijita Andrade, dice que no la culpa a ella, sino a algunas personas que con tal de ganar protagonismo la han manipulado, y ella se prestó. No tengo nada contra ella. Creo que los muchos compromisos que tenemos han impedido que conversemos, pero sí me gustaría que habláramos para seguir trabajando por nuestro pueblo.
Empoderamiento
¿Cómo ha sido su rol de cacique en una comarca donde siempre el hombre ha dominado? Según Silvia Carrera, en su región indígena se ha venido dando este espacio a las mujeres, que actualmente juegan un gran protagonismo. El hombre está cediendo este espacio a la mujer, estamos logrando esa igualdad, expresó.
Su familia
Esta mujer, que se dio a conocer por todo un país al liderar la lucha de su etnia Ngäbe Buglé contra la ley de minería, tiene dos hijos y un nieto, a los que considera un gran tesoro, un regalo de Dios.
A mis hijos siempre les aconsejo que estudien para que sean alguien en la vida. Hay quienes solo quieren cosechar sin haber sembrado, expresó mientras sostenía en brazos a su nieto. Soy una mujer que me ha gustado trabajar desde niña y por mi pueblo sin esperar nada a cambio, agregó.
Manifiesta que cuando camina por las calles se encuentra con gente que le expresa su admiración, y esto la llena de orgullo y la fortalece para seguir adelante.