Con una movilización de buques y de millones de milicianos, además de llamados a la ONU y a la comunidad internacional, Venezuela ha respondido a la que considera la «más grande amenaza» que haya vivido el continente en el último siglo, en referencia al despliegue militar de EE.UU. en aguas caribeñas cercanas al país suramericano.
En medio de la tensión, el Ejecutivo chavista, que declara su territorio «libre de cultivos ilícitos», ha acusado a la Administración del mandatario estadounidense, Donald Trump -que no reconoce a Maduro como presidente legítimo-, de recurrir a la «máxima presión militar» para provocar un cambio de «régimen».
A continuación, cinco acciones del país suramericano frente a las decisiones de la Casa Blanca:
Blindaje institucional
La Fuerza Armada, la Policía Nacional y los cinco poderes públicos de Venezuela, instituciones señaladas por la oposición y ONG como subordinadas al Gobierno, han cerrado filas y respaldado a Maduro ante la recompensa anunciada el 7 de agosto por EE.UU. de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del mandatario venezolano, cifra que duplica la ofrecida en enero de este año.
Venezuela, que agradece el apoyo de países como Cuba, Nicaragua, Bolivia, Honduras e Irán, tacha de «invento» la denuncia sobre la existencia del Cartel de los Soles, que el Ejecutivo de Trump describe como una organización terrorista, con vínculos con la cúpula de poder del chavismo y blanco de la operación militar en el Caribe.
Despliegue militar
Ante el anunciado envío de activos militares estadounidenses al Caribe, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, informó del despliegue de buques de «mayor porte» en aguas territoriales del país, como parte, según Caracas, de una operación contra el narcotráfico en sus fronteras.
Su colega del Interior, Diosdado Cabello, informó del despliegue de 15.000 efectivos en los estados Zulia y Táchira (oeste), ambos fronterizos con Colombia.
Maduro, tras conocer de la recompensa para su captura, ordenó la movilización nacional de 4,5 millones de milicianos.
Alistamiento ciudadano
El 21 de agosto, el jefe de Estado convocó a un proceso de alistamiento de estas «fuerzas milicianas», que se llevó a cabo los días 23 y 24 y luego, en una segunda etapa, el 29 y 30 del mes pasado, como parte del activado Plan Nacional de Soberanía y Paz, y aseguró que la orden de «defender la patria» está dada.
Según cifras oficiales, 8,2 millones de ciudadanos se alistaron en la Milicia, un componente especial de la Fuerza Armada descrito en pocas palabras como el «pueblo en armas», un número que Maduro espera que aumente con la activación que anunció este jueves de un registro «permanente» en una plataforma virtual del Estado, llamada Sistema Patria.
Búsqueda de apoyo internacional
Maduro pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, interceder para que EE.UU. cese sus «acciones hostiles» y respete «plenamente la soberanía, la integridad territorial y la independencia política» de su país, según una carta difundida la semana pasada, en la que expresó su «profunda preocupación» por lo que considera una «escalada» de las «agresiones».
El Ejecutivo espera recibir el apoyo de la ONU, que dice estar «muy preocupada» por lo que denominó «la tensión creciente» entre ambas naciones, a las que llama a «resolver sus diferencias por medios pacíficos».
Caracas también ha recurrido a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para pedir un llamado al retiro inmediato de las fuerzas militares norteamericanas.
Movilización en las calles
En las últimas semanas ha habido una mayor movilización en Caracas y varios estados del país de distintos grupos simpatizantes del chavismo para respaldar a Maduro, a quien Washington acusa de «violar las leyes» de EE.UU. «sobre narcóticos».
El 30 de agosto, cientos de personas participaron en una marcha en la capital para jurar «defender la patria» en el Cuartel de la Montaña, que alberga la tumba de Chávez. Un día después, más un millar pescadores, militares y funcionarios civiles se desplazaron hasta el Cabo San Román, el punto más septentrional de Venezuela, para una concentración en defensa de la «soberanía».
Este viernes, grupos de milicianos marcharon en Caracas en el primer día de «activación operativa» del cuerpo bolivariano, a la vez que Maduro afirmo que si Venezuela es agredida, «pasaría a una etapa de lucha armada».