- Los medios búlgaros afirman que la familia Rusev vive en condiciones miserables.
Ni origen escandinavo ni robo de niños ni red internacional de tráfico. La niña María, hallada en un campamento gitano, en Grecia, ha resultado ser hija de un matrimonio de gitanos búlgaros que asegura haber regalado a la pequeña, aunque están siendo investigados por un presunto delito de venta de bebés.
La pista búlgara sobre el origen de María, apuntada inicialmente por las autoridades griegas, quedó ayer confirmada con la comparación de los datos genéticos de la pequeña con los de una pareja gitana de Bulgaria, que vivieron en Grecia hace años y que tienen varios hijos de piel y pelo claros.
El jueves se tomaron pruebas de ADN de Sashka Ruseva y Atanas Rusev. Los resultados del análisis muestran que Sashka es la madre biológica de la niña, conocida ya como María la Rubia, y Atanas es el padre biológico de la misma niña, anunció el Ministerio del Interior búlgaro.
El matrimonio Rusev ya fue interrogado ante los indicios de que pudieran ser los padres de la niña, una posibilidad que la propia madre apuntó tras haber reconocido en la televisión a la pareja a la que, afirma, entregó a su hija con la promesa de volver a buscarla.
El secretario general del Ministerio del Interior búlgaro, Svetlozar Lazarov, explicó que durante los interrogatorios la madre afirmó que en 2009 entregó a su hija a esa pareja, para la que trabajaba mientras vivía con su esposo en Grecia.