El Sínodo de los obispos, tras tres semanas de debates y divisiones, aprobó hoy por la mayoría de dos tercios requeridos un documento en el que la Iglesia muestra mayor tolerancia ante divorciados y otras situaciones familiares.
Así se refleja en los 94 puntos de la Relación Final del Sínodo sobre la familia que votaron hoy 265 de los llamados padres sinodales y en los que se refleja sobre todo una apertura a los casos de los divorciados vueltos a casar y que no pueden acceder a los sacramentos.