Al nacer, el bebé tiene la capacidad de ver, pero en forma borrosa, no como nosotros los adultos.
Ya a los seis meses reconocen las caras de los padres.
Algunas maneras simples en que se puede estimular el sentido de la vista son:
Acercarle la cara de los padres al bebé, utilizar colores (hacia los tres meses), móviles en sus cunas, utilizar luces y espejos.





