Familiares de las víctimas y representantes de las autoridades locales de Kiso y Otaki (centro de Japón), las más próximas al volcán Ontake, celebraron un minuto de silencio a las 11:52 hora local, la hora exacta cuando el volcán entró en erupción el 27 de septiembre.
Ayer se cumplió un mes de la erupción del volcán, la más mortífera en Japón desde 1926, que ha dejado 57 muertos mientras seis personas permanecen desaparecidas, tras suspenderse las operaciones de búsqueda.





