Un mal que aqueja a muchas mujeres no solo en nuestro país, es la violencia doméstica, un problema mundial. Por mi parte les digo a todas ellas que sí se puede salir de este mal, yo soy una prueba evidente que la vida continúa y se puede seguir por una misma.
Hay cadenas que nos unen por ya tener una familia formada, en muchas ocasiones estos son impedimentos que nos hacen quedarnos calladas, sin embargo, el primer paso es aceptar que hay un problema, para poder superarnos y entender que debemos cambiar.





