Han transcurrido dos meses desde que el astro inglés David Beckham saltó a un escenario, dándole la espalda a la resplandeciente Bahía de Biscayne, y anunció planes de iniciar una franquicia de la MLS en Miami. La idea, y Beckham, han sido aceptados ampliamente por cada sector de la ciudad.
Lo que no ha sido capaz de conseguir su fama es un acuerdo sobre dónde colocar el estadio.
"Todo iba muy bien hasta hace unas semanas'', comentó Beckham. "Y creo que nada que vaya a ser exitoso, y para mí esto tiene que serlo, será así de fácil''.





