Una labor titánica viene realizando desde hace casi dos décadas el señor Alfredo Rosas con el comedor Divino Niño de San Joaquín, sin embargo, muchos de sus patrocinadores lo han dejado solo.
A punto del llanto, Rosas expresó que solo cuenta con un banco que le entrega $500.00 mensuales, lamentablemente, este dinero no es suficiente para alimentar a los 100 niños que religiosamente llegan al comedor todos los días.