Los puños del peleador venezolano Liborio Solís desean aterrizar en el rostro de otro de los hermanos de la dinastía Kameda.
El pasado 3 de diciembre, Solís acabó con el menor de ellos, Daiki Kameda, y ahora su mayor anhelo es dejar tendido en la lona al más conocido de todos, Koki Kameda.
Ayer el excampeón supermosca comentó que está ansioso por mostrarle al mundo que él es quien domina la categoría de las 115 libras y por ello buscará acabar con los peces más gordos.





