Representantes de la constructora italiana Salini Impregilo, que forma parte del consorcio GUPC, presentaron dos propuestas para dar solución al conflicto entorno a los trabajos de ampliación del Canal de Panamá. Una opción incluiría el pago de mil millones de dólares más para completar las obras, y la otra habla de una financiación por parte de la ACP por 500 millones de dólares en concepto de adelanto.
El administrador del Canal, Jorge Quijano, dijo que esto no era negociable.