Un individuo iba paseando por el campo y se encontró un pastor. Por empezar una conversación con él, lo saludó y le preguntó:
- ¿Qué tiempo creéis que tendremos hoy, buen hombre?
Y el pastor le contestó:
- El tiempo que yo quiero.
El otro, lógicamente, se quedó extrañado de la respuesta y le dijo:
- ¿Y cómo estás tan seguro que hará el tiempo que tú quieres?
Y aquí el pastor le explicó su teoría: