Todos los días nos levantamos con mucha hambre y de inmediato buscamos algo para comer, pero de la palabra de Dios apenas logramos probar una migaja por día.
Conversaba con un taxista de lo difícil que es para las personas mantenerse en los caminos de Dios, pues las cosas del mundo son fuertes y optamos por probar un poco de eso; sin embargo somos tan hipócritas que solo nos acordamos del Todopoderoso en situaciones complicadas.