En medio de tantos lujos y la vida excéntrica que rodean al mediocampista del París Saint-Germain David Beckham, el astro inglés ha cumplido con su palabra y ha dejado brotar su lado humano.
La llegada del astro al fútbol de Francia provocó una marejada de críticas por los costos que representaba para el club su contratación, lo que se veía como una bofetada a la precaria situación económica del país y de Europa.