Cientos de jóvenes llegaron ayer a Brasil para participar de la Jornada Mundial de la Juventud, que se inicia mañana y termina el 28 de julio. Se prevé la llegada de 800,000 turistas brasileños y extranjeros, entre los cuales se cuentan 300,000 jóvenes peregrinos. Los festivales católicos para la juventud buscan renovar la fe y se espera que Francisco, un hombre de la región, amante del fútbol, cautive a los jóvenes con su humildad y su estilo anticonvencional.





