Noventa y siete días después, con tono vigoroso y voz sensiblemente rasposa, Tito Vilanova rompió su silencio en una multitudinaria rueda de prensa realizada hoy en la ciudad deportiva del Barcelona.
Lo hizo aproximadamente al mes de regresar al banquillo azulgrana, y en un momento delicado para el Barsa, al borde de celebrar su 22do campeonato de liga pero recién goleado, 4-0, en el partido de ida por semifinales de la Liga de Campeones en Munich.