Las personas se asemejan siempre a cajitas de música... Algunas tienen muchos adornos, pero por dentro están vacías...
Otras no tienen adornos, pero por dentro tienen todo un jardín o están llenas de gemas brillantes.
Otras, cuando las abrimos, nos muestran su interior lleno de recovecos, y muchas veces nos perdemos entre sus laberintos...
Luego están aquellas cajitas que son transparentes, que las vemos con solo darles una mirada y sabemos cómo van a actuar siempre...





