El llanto desconsolado de un infante, de entre siete y diez meses de edad, interrumpió el sueño de los residentes de la barriada San Cristóbal, del corregimiento de Chepo. Esto causó que entre todos buscaran de dónde provenía el ruido y encontraron un bebé abandonado fuera de una casa.
El bebé estaba envuelto en una toalla, y al parecer fue picado por algunas hormigas; a pesar del hambre, el frío que pudo acompañar el sufrimiento, la criatura permanece estable.





