El encuentro se produjo en la residencia de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, donde vive Benedicto XVI desde que renunció al papado el 28 de febrero pasado y a donde viajó Francisco, diez días después de ser elegido pontífice.

La imagen de estos dos pontífices, ambos vestidos de blanco, ha quedado para la historia.

Un día un hombre supo que Dios iba a visitarlo. Al ver que su casa estaba desordenada y sucia, salió desesperado a la calle a pedir ayuda, pero nadie aceptó.

Empezó a sacudir los muebles que estaban llenos de polvo y en medio de ese polvo vio a un hombre que se ofreció a ayudarlo. Él le dio las gracias y juntos empezaron la tarea.

Cuando terminaron, el hombre agradecido por la ayuda del otro le pidió que se quedara para que él también le diera la bienvenida a su "ilustre" visitante.

El que lo ayudó entonces le dijo:

“El sabio no enseña con palabras, sino con actos”.

Lao-tsé

Los panameños sienten que las autoridades no hacen nada por resolver la crisis de la basura.