Desde hace 10 años se dedica a la producción de pasarelas de lencería y otros tipos, manifiesta que es un negocio bastante rentable y que todo depende de lo que el cliente pida.
Por lo general, son chicas con buenas curvas para que puedan lucir las prendas, y en su mayoría son extranjeras; de esta forma no sienten vergüenza ya que no están en su tierra y no conocen a nadie.