No me gusta tocar temas políticos en mi espacio, de hecho, tenía previsto escribir sobre una situación por la que pasé, pero vi algo en la televisión que me impactó y me indignó sobremanera, peleas espantosas entre diputados que representan a sectores de este país, al principio, las personas que estaban cerca se reían del show que ofrecieron, mientras que otras simplemente callaban y suspiraban.
La escena se dio durante la discusión del proyecto antitránsfuga en la Asamblea Nacional, la molestia de los miembros de la oposición por la manera en la que se estaba llevando la discusión, los insultos entre miembros de los partidos encendieron los ánimos en el plenario y convirtieron la casa de las leyes en un casi espectáculo de boxeo o mejor dicho, de esos talk show en donde se encuentran la amante, el marido y la mujer a gritarse de todo.
Entiendo que es difícil contenerse cuando se cree que se está haciendo una injusticia; sin embargo, la mesura es relevante y más cuando se trata de este tipo de figuras públicas que no solo nos representan localmente. Personas que deben tener como lema el No a la violencia se amenazan los unos con los otros como si fueran no sé qué cosa.
Con qué moral pueden hablarle de calma, paciencia y mesura a un menor de edad si se comportan de esta manera. Como dije, es difícil, somos seres humanos y contamos con diferentes modos de pensar, pero debemos mirarnos al espejo y entender quienes somos, para que de esta manera se eviten esos espectáculos tan bochornosos, que no le hacen nada bien a ellos y muchos menos al país.
