Aunque algunos piensen que la era de los piercing ya pasó y que antes era una práctica asociada a todo tipo de contraculturas musicales, sociales y rebeldías, lo cierto es que hoy en día en es una forma de vida para muchas personas en Panamá.
Causarse una herida en el cuerpo crea una adrenalina que hace que muchos opten por hacerse más de uno en su vida , la mayoría con la idea de verse diferente o llamar la atención; es un sentir emocional. Así lo catalogó la especialista en el tema Olga Castro.
Además de las tendencias cotidianas de perforaciones de la nariz, orejas y lengua , ya se están pidiendo en Panamá en partes intimas como el pene , vagina y tetillas, siendo los hombres los mayores clientes.
Otros más audaces piden los piercings microdermales, que son un tipo de modificación corporal también conocida como piercing de un solo punto y anclas dérmicas. Las joyas usadas para este tipo de piercings tienen una base de acero quirúrgico de forma ovalada adornada con orificios. Se realiza un pequeño corte en la piel usando una aguja, se incrusta el arete y, la piel, al querer cerrar la herida, lo engancha de manera permanente.
Al final, según Castro, todo lo que rodea al término piercing (perforación) requiere de medidas estrictas higiénico - sanitarias que van desde un ambiente y un local adecuados, hasta que los profesionales se capaciten mediante seminarios y cursos para hacer el trabajo.
No menos importantes son los útiles y agujas desechables, al igual que las piezas que se van a colocar. Hay que utilizar piezas adecuadas de titanio, acero quirúrgico y, en ocasiones, de teflón para cada perforación.
Para una óptima curación, se requiere de un material específico, ya que en ciertas zonas, como el lóbulo de la oreja, es necesario colocar una pieza que tenga peso como el que da, por ejemplo, el acero quirúrgico.
Antes de una perforación es necesario aconsejar al cliente para evitar arrepentimientos.