Lo que hace diez años no era un problema, se ha convertido en uno muy serio, ya que en el Cementerio de Penonomé no hay dónde enterrar los muertos.
Juan Martínez vive en Penonomé y asegura que solo entendió la importancia del pago de impuestos por terrenos municipales, cuando intentó alquilar una bóveda o comprar un terreno y se le informó que ya no hay espacio en el cementerio de ese lugar.
Este campo santo se ha quedado pequeño para la cantidad de difuntos por año, mientras que el terreno que se consiguió sigue sin acondicionar, porque la partida se destinó a otro problema municipal.
En ese entonces, cualquiera podía alquilar una bóveda y pagar cien dólares por año. Pero en el 2012 solo hay una bóveda municipal.
Muchos lugareños y residentes en Penonomé se han encontrado con igual situación, aunque a diferencia de otros, Juan Martínez decidió llevar a su difunto al cementerio de la familia de su esposa, en un área rural donde no se compra el terreno, solo se paga anualmente unos cinco dólares para limpiarlo.
Sin embargo, hay otras familias que literalmente, no tienen dónde caerse muertas, ya que no hay bóvedas y el terreno que será para la ampliación del cementerio no está acondicionado, así que esto es una limitante.
Algunos han tenido que alquilar una bóveda privada por un tiempo hasta que el Municipio les venda un terreno.
Amable Triado es sepulturero y se dedica a limpiar las tumbas, incluso todos los años puede observar que son muchas las personas que no van a visitar a los muertos y llega el 2 de noviembre y estas se encuentran deterioradas y más ahora con las lluvias.
Hay problemas con el espacio en este cementerio, no hay dónde enterrar a los muertos y a pesar de que ya se hizo un anexo, se necesitan más tumbas de alquiler y hasta se necesita acondicionar lo más pronto posible el terreno, dijo Triado.
Hay terreno, pero no presupuesto
La partida de unos ocho mil dólares que se había destinado para un relleno que adecuaría el nuevo terreno municipal, con el fin de ampliar el cementerio de Penonomé, fue utilizada para afrontar parte del problema del vertedero.
Carlos Jaén, alcalde de Penonomé, dijo con preocupación que ellos sí cuentan con un terreno para ampliar el Cementerio de Penonomé, pero desafortunadamente el Municipio está pasando por una dura situación económica y se han reasignado recursos para la recolección de la basura.
Por su parte, Juan Trujillo, administrador del cementerio, confirmó que solo hay una bóveda municipal vacía, de las 40 que tienen para alquilar, sin embargo se espera construir unas 10 bóvedas más, en las próximas semanas, porque el cementerio actual no tiene espacio para enterrar a los muertos.
Indicó que se suscita un problema serio y es que, pese a que en otras comunidades aledañas como las Lomas, Llano Marín, Chorrerita hay cementerios, las personas prefieren ir a enterrar a sus difuntos al grande de Penonomé.
Manifestó que se busca también la creación de un cementerio en Chigoré y otras comunidades del área, ya que hay terrenos disponibles y así desalojar un poco el actual, que ya se ha quedado chico.
En el viejo cementerio hay unas 300 bóvedas, 200 en el anexo y se espera construir unas 600 más, asímismo se pretenden vender unos 80 terrenos para el que quiera adquirirlos, pero que esto llevaría un tiempo porque hay que esperar que se reacondicionen el terreno nuevo.
En la última semana, donde murieron cinco personas, esta situación ha saturado las últimas bóvedas que quedaban, es por ello que a través de autogestión, se van a construir las otras diez bóvedas municipales.
La población del corregimiento de Penonomé es de 21,748 habitantes y del todo el distrito es de 85,737 personas.
Las bóvedas municipales se alquilan por dos años, a un costo de cien dólares al mes.
En el nuevo terreno, las bóvedas de alquiler aumentaran cien dólares más, al igual que los terrenos que se venden a los familiares de los difuntos, a 600 balboas anuales.