Gran cantidad de orates continúa deambulando por las calles del distrito de La Chorrera sin que ninguna autoridad hasta la fecha pueda detener este flagelo.
Hace varios meses, el Municipio de La Chorrera logró recogerlos a todos y llevarlos a la parte trasera del hospital Nicolás A Solano para bañarlos, atenderlos médicamente, alimentarlos, además de evaluarlos sicológica y sociológicamente, pero al poco tiempo volvieron a sus andanzas.
En estos momentos, la Policía Nacional, el MIDES, e incluso Salud y el hospital Nicolás A. Solano, han indicado en reiteradas ocasiones que por la delicadeza del asunto no se pueden hacer responsables de estos señores que requieren de una atención especializada.