Cuando escuchas la palabra cambio climático, lo primero en que piensas es en la naturaleza y la dificultad para satisfacer las necesidades básicas, pero eso es solo un abreboca, pues aunque no lo notes, tu cuerpo también sufre con el cambio brusco del clima.
Según la alergóloga Deyanira Jaén, lo primero que se afecta es el aire que respiramos. El aumento de temperatura eleva también el nivel de contaminantes atmosféricos, lo que incrementa la susceptibilidad a sufrir enfermedades respiratorias.
Una de las que más sale a relucir es la rinitis alérgica, la cual presenta síntomas como congestión nasal, rinorrea (emisión abundante de líquido por la nariz, generalmente por el aumento de la secreción de mucosidad nasal), estornudos y picazón en la nariz. La severidad y duración de estos síntomas varía entre las personas.
Pero no solo se puede mencionar esta enfermedad, pues también se conocen del cáncer de piel, que parece que ha aumentado más de un 65% entre los hombres y un 41% entre las mujeres desde finales de los 80, por las altas temperaturas.
Ello sin dejar de lado las enfermedades infecciosas y virales.