A los niños les gusta disfrutar al máximo sus vacaciones y más en temporada de verano, cuando pueden visitar playas, piscinas y ríos.
Pero no olvides que el sol es fuerte y a ellos les afecta la piel aun más que a un adulto.
Así que colócales el protector solar al menos media hora antes de la exposición y hazlo de forma abundante por toda la piel.
Si tu niño tiene menos de un año, no intentes exponerlo al sol. Espera que esté más grandecito.