El método Tomatis es un tratamiento que se divide en diferentes fases, cada una con terapias vitales, tanto para niños como adultos, que tienen deficiencias en procesar sonidos a su máximo potencial.
Esta deficiencia puede afectar el funcionamiento del cerebro, causando problemas de atención y conducta, habilidades de comunicación, coordinación, niveles de energía, dificultades de aprendizaje e integración sensorial.
Desde hace siete años, en Panamá se trabaja con el método Tomatis en niños autistas.
En las terapias se trabaja con la integración sensorial que no es más que integrar todos los sentidos, sensaciones y el control del cuerpo durante cada nueva experiencia, explicó Heydi Villarreal, psicóloga educativa de Fundación de Estimulación y Terapia Tomatis (única fundación del método Tomatis en Panamá).
Durante la terapia sensorial, los niños escuchan a través de oídos electrónicos solo canciones de Mozart, reguladas por un aparato especial proveniente de Francia.
Las terapias son un programa de ejercicios que tonifican los músculos del oído y las mejores vías multi-sensoriales en el cerebro.
La terapia consiste en tres fases. El primer programa consta de 15 días, dos horas diarias, cinco días a la semana.
Luego se le da al paciente un descanso que va, según el caso, de dos a seis semanas.
Le sigue la segunda y tercera fase que consta de 10 días, con la misma cantidad de horas y días que la primera fase.
Por último se les da un refuerzo a los pacientes que así lo requieran, señaló la terapeuta ocupacional de Fundet, Wendy Maxwell.
En esta fundación se trabaja con niños de dos años en adelante y se dividen en grupos acordes a su edad, así mismo varía el tratamiento. Además, se trabaja de una manera integral con un equipo especial compuesto por psicólogos, terapeutas, padres, entre otros.
Cuenta con un salón llamado Ben, donde se trabaja el área sensorial y estimulación a nivel vestibular (oído).
El método Tomatis es un complemento a la atención que los niños reciben en otros centros. Se logra con este tratamiento un desarrollo integral muy satisfactorio en la mayoría de los pacientes, agregó Maxwell.
En esta fundación también se trabaja con niños con problemas auditivos, con pacientes con dislexia (dificultad para leer), con déficit de atención y problemas de conducta, aclaró la psicóloga educativa.