La leche materna es el alimento primordial de los más pequeños, el cual les aporta los nutrientes que necesitan.
Por eso el pediatra del Centro Médico Paitilla CMP, Hermes Pimentel, sostuvo que "la alimentación de pecho en el recién nacido tiene un impacto trascendente en la incidencia de enfermedades agudas, pero también lo tiene a largo plazo tanto en enfermedades metabólicas como en incidencias de diarreas en un 64% y las de desarrollar diabetes mellitus en un 40%.
El galeno explicó, en cuanto a la conservación y refrigeración de la leche materna, que es conveniente fraccionar la leche en pequeñas cantidades 60 a 120 ml y preferiblemente en bolsas recolectoras de leche o recipientes esterilizados y con cierre hermético.
Asimismo, indicó que se pueden utilizar envases de vidrio o plástico duro con tapa hermética esterilizados al vapor o bolsas, diseñadas especialmente para el almacenamiento de leche materna, dejando 3 centímetros libres en el envase. "No se recomiendan los frascos con tapas metálicas porque estas no pueden ser esterilizadas a vapor o en agua hervida, ya que se oxidan". Otro consejo es que para descongelar la leche materna, es necesario pasarla del congelador al refrigerador, o sacarla fuera del refrigerador a un lugar fresco para que vuelva a su estado original.