No hay nada como la música. A través de la historia de la humanidad se han encontrado indicios que desde tempranas etapas se hacía música. Sea su efecto social y que fuera el acompañamiento obligado en danzas, ritos y fiestas, la música ha permanecido como algo inherente al desarrollo de la historia de los humanos.
Según distintos estudios que se han realizado con el paso del tiempo, se ha encontrado que la música, por ejemplo, afecta la química del cerebro. Y es que la música que nos es agradable hace que liberemos dopamina, una neurohormona liberada por el hipotálamo, y que se le relaciona con el placer; sin embargo, tiene otras benéficas funciones como estar presentes en los procesos de aprendizaje, comportamiento, actividad motora, el sueño, el humor, la atención.
Con miras a eso, el Instituto Nacional de Cultura Inac realiza giras de capacitación a jóvenes en todas las provincias, con el objetivo de incluir y transformar a esa población del país, a través de la música.
De acuerdo con Dino Nugent, coordinador nacional de orquestas y director de la Red Nacional del Inac, mediante herramientas y metodología de transformación social, se les enseña a los integrantes de distintas agrupaciones orquestales.
A cada uno se le capacita y se le refuerzan sus conocimientos musicales, de manera de redirigirlos y sacarlos en algunos casos de zonas de riesgos.
Nugent agregó que los jóvenes y profesores con los que se está trabajando, serán los responsables de llevar adelante los programas orquestales y corales en el Módulo de San Miguelito y próximamente en Juan Díaz. También se prevé la inauguración en Aguadulce y Colón en el 2017. Al finalizar las capacitaciones se desarrollará un concierto en el que se reunirán a todas las orquestas beneficiadas.