La inocente, energética y ocurrente Alicia (interpretada por la talentosa Alejandra Araúz) se maravilla una y otra vez de lo que acaece en el País de las Maravillas. Y no deja de maravillar al público, que ha llenado la sala multiuso del Gecu las cinco funciones desde que estrenó esta propuesta de Teatro Rayuela y Teatro Talingo.
En "Alicia en el País de las Maravillas", adaptación del cuento homónimo, hecha por Jhavier Romero (premio Escena 2015 a mejor director) tiene protagonismo, además de la actuación de otras artes escénicas como la danza (nada menos que danza aérea con aro), la música (además de los efectos sonoros hay una banda en vivo, que por cierto viste ropaje (de cartas) acorde con uno de los temas/escenas de la obra) y la poesía.
Es evidente la creatividad de productores, director y todos los profesionales que hacen posible esta puesta en escena, donde un experimentado teatrista como Winnie T. Sittón comparte escenario con jóvenes que ya han dado también muestra de sus habilidades para la actuación, como lo son Arelly Valderrama, Diana Mellado, Eliana Araúz y Nick Romano, en una aventura de más de dos horas. Horas llenas de ingenio, humorismo, filosofía...
La obra tiene el toque local. Hay una rica variedad de escenas en donde incorporan elementos (juegos, frases, sucesos, mensajes subliminales y no tan subliminales), reflexiones, sátira, que harán que el público relacione con hechos de la vida cotidiana, del ámbito económico o político. Pero, no son inocentadas, son experiencias de la maravillada Alicia perdida en ese país donde todo puede suceder.
Luces, música, vestuario, escenario, coreografías, elementos auxiliares se complementan y hacen del montaje una velada interesante, donde al final se podría concluir que (a diferencia de Alicia) aunque cada uno conozca su identidad nunca termina de conocerse.