Tanto las mujeres como los hombres aseguran que odian hacer todos los oficios, pero el más tedioso, según ellos, es planchar.
Y es que la plancha supone una dura tarea, sobre todo con el inicio del año escolar, cuando no todos los días se puede mandar a la lavandería, eso sin dejar de lado que las temperaturas son muy elevadas.
Para que tu vida sea más fácil, le preguntamos a los expertos en diversas lavanderías, quienes nos dieron algunos "tips".
Xiomara Chung nos cuenta que no es una tarea fácil en grandes cantidades, pero en casa es más cómodo, así que nos regala estos consejos.
Para esta tarea lo primero que necesitas es adaptar una superficie plana para planchar. Puede ser una mesa o tu burro; debes usar el extremo angosto para los pantalones, mangas y cuellos .
Plancha toda la ropa por el revés; de lo contrario, adquirirá una apariencia lustrosa y desgastada.
Para facilitar el planchado, puedes utilizar el vapor de la plancha o también usar un rociador de agua directamente sobre la prenda antes de planchar. Aquí habría que tener cuidado de que la prenda no se vaya a encoger por el contacto con el agua.
Para planchar una camisa, comienza por los puños, luego las mangas y el cuello. Finalmente, plancha la espalda y la parte frontal.
Los pantalones y faldas se planchan primero por el reverso, después se vuelve a pasar la plancha por la parte frontal, pero sin aplicar tanto calor. Debes poner atención en los pliegues y dobleces para evitar las arrugas.
Antes de empezar a planchar la ropa, es importante que revises la etiqueta de las prendas para que conozcas las condiciones para el planchado.
Antes de comenzar, separe las prendas que necesitan menos calor para luego continuar con las que necesitan una mayor temperatura. Esto se debe a que la plancha necesita más tiempo para enfriarse que para calentarse.
Algo que no debe olvidar una persona es que debe planchar una vez a la semana, así ahorra luz, y como decían las abuelitas, evitan un "pasmo".
Si sigues estos consejos, será más fácil el trabajo para ti.