Tengo 42 años, tres hijas, la más pequeña de 15 años. Dos de mis hermanas han padecido de cáncer cervicouterino, una de ellas murió de esa enfermedad. Me realicé mi papanicolau (Pap) anual y el reporte señala que tengo displasia cervical severa. El ginecólogo dice que en mi caso es una buena opción una histerectomía abdominal. ¿Qué significa tener una displasia cervical severa y cómo cambiará mi vida esa cirugía? ¿Qué riesgos afronto?
La displasia cervical son cambios anormales en las células de la superficie del cuello uterino que se observan bajo un microscopio en una muestra de las mismas, que se llama citología exfoliativa, y que usa la tinción del Papanicolau o Pap. El cuello uterino es la parte inferior del útero (matriz) que se abre en la parte superior de la vagina. Estos cambios no son cáncer; sin embargo, pueden llevar a que se presente cáncer del cuello uterino si no se tratan. Es causada por el virus del papiloma humano (VPH), un virus común que se disemina, a través del contacto sexual. Hay muchos tipos de VPH y algunos, llevan a cáncer de cuello uterino o displasia cervical. Se clasifica en leve, moderada o grave. El tratamiento para la displasia de moderada a grave o la displasia leve que no desaparece puede abarcar: criocirugía, para congelar las células anormales; terapia con láser, la cual usa luz para quemar el tejido anormal; procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas en inglés), el cual utiliza electricidad para eliminar tejido anormal (ver: electrocauterización) o cirugía para extirpar el tejido anormal (conización quirúrgica)
En raras ocasiones, se puede necesitar una histerectomía. Si luego de un control minucioso el médico sugiere un procedimiento quirúrgico, se debe evaluar seriamente.
La histerectomía es una cirugía en la que se extrae del cuerpo el útero que es el nido donde se desarrolla el producto de la concepción, el niño (a). Si la mujer ya ha cumplido su expectativa de ser madre, como parece ser su caso y existe una condición que puede afectar su salud general como es una enfermedad oncológica del cuello uterino, al evaluar riesgo beneficio, puede resultar el camino más sensato extraer el útero. Al contrario de lo que el común de las personas piensan, este procedimiento no debe afectar la vida sexual; la vagina, órgano que recibe al pene en la actividad sexual coital, sigue allí, lo único que al final se cierra, dado que ya no estará a su continuación, es el útero. Si los ovarios están sanos no se extraen, por lo que la vida hormonal de la mujer seguirá; no menstruará, pues la menstruación es el recambio del tejido endometrial que prepara ese nido (útero) cada mes para un posible embarazo. Si no hay útero, no hay endometrio y no hay menstruación. Sin embargo, la mujer seguirá ovulando cada mes, hasta que llegue a la menopausia, y si le dan cólicos al ovular continuará evidenciándolos después de la cirugía.
Toda cirugía tiene riesgos asociados al procedimiento en sí y a la anestesia, pero en el caso de la histerectomía el abordaje abdominal es similar al de la cesárea, con la diferencia que en este caso se separará el útero del cuerpo, en vez de abrirlo para sacar un bebé. Los cuidados, luego de la cirugía, también serán similares a los de una cesárea.
Muchas mujeres describen que después de una histerectomía su vida sexual incluso mejora, al perder el miedo a un cáncer cervicouterino y ampliar la disponibilidad para compartir la intimidad sexual, sin los días de la menstruación.