¿Cómo te va, Moza? Me encanta tu columna, tus consejos y la forma tan sincera que tienes de decirle a la gente que está equivocada y que reflexione.
Mi historia es una de esas comunes que a diario llegan a tu oficina. Moza, estoy locamente enamorada de un hombre que es mi compañero de trabajo y cuando lo tengo cerca siento que tengo las piernas de trapo.
Quiero que me ayudes, que me digas qué hago, pues no entiendo por qué me pongo tan nerviosa. Ese no es el único problema; el más grave es que tengo novio y no sé cómo cortarlo. Él otro muchacho está soltero.
Imagínate que me he puesto a averiguar sobre su vida, es un chico a todo dar y, aunque a veces siento que le atraigo, no me atrevo a dar el primer paso.
Mi mejor amigo también es su amigo, y la otra semana es el cumpleaños de ambos.
Moza, te cuento que mi amigo y el hombre que me gusta cumplen en la misma fecha y por supuesto que estoy organizando todo.
Te juro que estoy nerviosa, me encanta ese chico y aunque todos dicen que le gusto, no sé si deba atreverme a dar el paso yo.
Andreína.
Manéjate con cuidado.
Me agrada que te guste mi columna, y me preocupa tu situación, ya que me cuentas que te gusta mucho un chico y a la vez me dices que tienes novio.
En estos casos prefiero que hables con tu novio; debes darle una muy buena justificación, sobre el porqué quieres terminar la relación.
No te puedes dejar llevar por caprichos, puesto que no sabes si lo que sientes vale la pena para dejar una relación estable.
Ahora, esto que te estoy recomendando es para que lo pongas en práctica y prestes atención a todos los consejos que te dan las personas adultas. Hay momentos en los que la vida le pone a uno pruebas para superarlas y aprender de ellas. Amiga, espero que te haya servido mi consejo.